Desarrollo normal del lenguaje

 
El niño desde que nace hasta que adquiere el lenguaje, a los 6 años, atraviesa numerosos niveles, y progresa en todos los componentes, en caso de que sigua un desarrollo normal del lenguaje (Pedraza y López, 2006).

En su primer año de edad:
• Componente fonético- fonológico: El niño se encuentra en la etapa prelingüística, por lo que realiza vocalizaciones de sonidos de desagrado (llanto), vegetativos (hipo, estornudo…) y de felicidad (risa). Además, produce el balbuceo reduplicado (series de sílabas de consonante y vocal) y es capaz de identificar las voces de sus familiares (Pedraza y López, 2006).
• Componente semántico: El bebé se interesa por el entorno del presente, comprende las expresiones faciales del adulto, además de palabras y ordenes sencillas. Utiliza formas protolingüísticas para referirse a objetos, acompañándolas de gestos (Pedraza y López, 2006).
• Componente morfosintáctico: A esta edad, el niño no ha comenzado a desarrollarlo (Pedraza y López, 2006). 
• Componente pragmático: Utiliza mecanismos de comunicación no verbales (los mencionados en el componente fonético- fonológico), además de la jerga, gestos corporales… (Pedraza y López, 2006).

Desde los 12 a los 24 meses: (1 a 2) 
• Componente fonético- fonológico: Comienzan a realizar el balbuceo no reduplicado (series de sílabas más cortas, por lo que se asemejan a las palabras) y la jerga. Seguidamente, reproducen sus primeras cincuenta palabras, y recurren a la holofrase (una palabra con significado de frase). A los 18 meses, realiza el habla telegráfica, llegando a vocalizar frases simples (Pedraza y López, 2006). 
• Componente semántico: El niño conoce y nombra ciertos objetos, además de ir incorporando léxico nuevo. Asimismo, suele recurrir a la sobretextensión ya que utiliza palabras generalizadas, o a la sobrerrestricción, en el cual utiliza un término únicamente para referirse a un contexto (Pedraza y López, 2006).
• Componente morfosintáctico: Como ya se ha mencionado, crea sus primeras palabras, se encuentra en la holofrase, y después en el habla telegráfica (Pedraza y López, 2006). 
• Componente pragmático: El niño realiza peticiones y rechazos. Además, utiliza los protodeclarativos y los protoimperativos (Pedraza y López, 2006).

Desde los 24 a 36 meses: (2 a 3 años) 
• Componente fonético- fonológico: El niño cada vez pronuncia mejor, a pesar de que tiene algunas dificultades en la articulación y pronunciación de algunos fonemas ya que se adquieren con más edad (Pedraza y López, 2006). 
• Componente semántico: En la mitad de esta fase, el niño realiza un gran incremento de su vocabulario, llegando a eliminar las palabras generalizadas. También, comprende situaciones más complejas (Pedraza y López, 2006). 
• Componente morfosintáctico: Realiza oraciones de tres elementos, aunque son simples. Comienza a utilizar artículos, plurales y pronombres (Pedraza y López, 2006). 
• Componente pragmático: El niño siente un interés por comunicarse, por lo que elabora numerosas preguntas a los adultos (Pedraza y López, 2006).

Desde los 36 a 72 meses: (3 a 6 años) 
• Componente fonético- fonológico: Vocaliza oraciones más complejas, pero puede seguir existiendo errores en la pronunciación del fonema /r/ y sus sinfones (Pedraza y López, 2006). 
• Componente semántico: Realiza oraciones con un significado negativo, bromea, juega con el lenguaje (adivinanzas). Asimismo, aumenta el vocabulario expresivo y comprensivo (Pedraza y López, 2006).
• Componente morfosintáctico: El niño usa una gramática más compleja, llegando a usar el verbo, concordancias de género y número y oraciones subordinadas (Pedraza y López, 2006).
• Componente pragmático: El niño está muy vinculado al uso del lenguaje por lo que realiza discursos organizados, juega con el lenguaje, realiza descripciones… (Pedraza y López, 2006).